domingo, 19 de octubre de 2014

La retirada de Hayao Miyazaki

Este texto tiene una historia, y es que, lo escribió una gran amiga mía tras conocer la retirada de Hayao Miyazaki. Tuvimos que hacer una revista para una asignatura y elegimos el tema del manga/anime. Los textos no eran obligatorios, ya que lo que importaba era el diseño, pero ella insistió en redactar y buscar información sobre este gran director. Aquí os lo dejo, espero que disfrutéis de él, tanto como he disfrutado yo leyéndolo: 

 Jimena RIVERA. Twitter: @Kainenore


Hayao Miyazaki nació en Tokio el 5 de enero de 1941 es un director de cine de animación, ilustrador, dibujante de cómics (mangaka) y productor de dibujos animados (anime) japonés. Es además cofundador del famoso Studio Ghibli y director de populares filmes de animación como El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke, Mi vecino Totoro, El castillo ambulante y Ponyo en el acantilado.

Su retirada como director de proyectos de animación en Ghibli fue anunciada el 1 de septiembre de 2013 a través de un comunicado remitido por el presidente de la compañía, Koji Hoshino. La mayor parte de su obra ha estado enfocada en los niños. En ella trata temas de contenido, con mensajes antibélicos, o aborda temas complejos como el hombre y la naturaleza, el individualismo y la responsabilidad, lo que le ha valido el reconocimiento público de Occidente y el de los especialistas.

Hayao Miyazaki, cineasta, guionista, dibujante de manga y productor de dibujos animados “animes” japoneses, el más prestigioso del país y también muy respetado por la industria occidental, se retira.
Pacifista de corazón y métodos, Miyazaki ha sido acusado de izquierdista tras el estreno de la película por no maquillar aspectos del pasado de Japón en la Segunda Guerra Mundial que las autoridades actuales preferirían olvidar, y que Miyazaki no esquiva al recrear la vida del ingeniero que diseñó el mítico avión “Zero sen” con el que se bombardeó Perl Harbour.

Miyazaki, ‘fan’ de Bugs Bunny (el más famoso dibujo de Looney Tunes) y de la actriz Lauren Bacall, a la que convenció para poner la voz a la bruja del castillo en otra de sus obras de arte, “El castillo ambulante” (2004) que fue nominada al Óscar -lo consiguió unos años antes con “El viaje de Chihiro” (2001). A sus 72 años, y con más de 40 de carrera, las obras de Miyazaki están en la memoria de varias generaciones: de sus comienzos con su amigo Isao Takahata, con quien todavía trabaja, son sus diseños para la televisión de Heidi o Marco.

Miyazaki debutó como director en la serie para televisión “Conan, el niño del futuro” (1978) y, en el cine, con su largometraje “Lupin III: El castillo de Cagliostro”.



El viaje de Hayao

En 1982 empezó el cómic de corte épico “Nausicaa del valle del viento”, que llevó al cine en 1984 y le convirtió en una celebridad.
Ese año, Miyazaki y Takahata pusieron en marcha su propia productora, Ghibli, con la que ya podían compe­tir cara a cara con las más grandes producciones ameri­canas, hasta el punto de que al maestro tokiota le llama­ban “el Walt Disney japonés”, cosa que a él le desagrada bastante. Sus trabajos, tanto para niños, como con lec­tura Su “Princesa Mononoke” (1997) fue Premio de la Aca­demia nipona de Cine a la mejor película, y “El viaje de Chihiro” (2002), calificada de poema visual, fue Oscar al mejor filme de animación y Oso de Oro en Berlín, aparte de recibir otra treintena de galardones internacionales.

En julio de 2008 estrenó en Japón “Ponyo en el acan­tilado”, sobre la relación de un niño de cinco años con una princesa pez que quiere convertirse en humano y en 2010 escribió y planificó “Arrietty y el mundo de los diminutos”, que dirigió la joven apuesta de Ghibli Hiro­masa Yonebayashi, llamado probablemente a continuar la obra del maestro; de hecho, ya prepara una secuela de “Porco Rosso”. Miyazaki, trabajador incansable, define su proce­so creativo como “pensar, pensar y pensar” y defiende “hacer todo a mano, incluso cuando se utiliza el orde­nador.

Con una metáfora redonda, anunció su retirada del cine tras presentar «Kaza tachinu» («The Wind Rises») en la 70 Mostra de Venecia. En la película, el protagonista sue­ña con una idea que se convierte en su mantra: los ge­nios de la técnica -en este caso los ingenieros aeronáuti­cos- solo gozan de una década de creación plenamente fructífera, y deben aprovecharla lo mejor posible.

‘Sé que he dicho muchas veces antes que me retiraría, así que sé lo que muchos de vosotros estaréis pensando, “oh, otra vez”. Esta vez es de verdad.’

Hayao Miyazaki, el director de esta historia sobre el hombre que inventó el Zero japonés -el avión indestru­cible de los nipones durante la Segunda Guerra Mun­dial- ha anunciado oficialmente que pone fin a sus cinco décadas fructíferas como creador. Y es que, desde los años sesenta, este maestro de la animación ha contri­buido a modelar buena parte de los sueños del mundo.

Aplausos que llegaban acompañados de críticas, por­que la temática de la película se presta a un profundo debate sobre quiénes fueron los responsables de los miles de muertos que causó Japón en la Segunda Gue­rra Mundial. ‘The wind rises’ es el relato vital de Jiro Ho­rikoshi, el inventor del avión que antes mencionábamos, y es la primera ocasión en la que los Estudios Ghibli se inspiran en una historia real para alguna de sus produc­ciones. Varios medios de comunicación japoneses han interpretado que la cinta quiere protestar contra las in­tenciones del primer ministro Shinzo Abe, que pretende modificar la pacifista constitución nipona para reforzar el papel del ejército.

Y sin embargo, algunos críticos presentes en Venecia in­terpretan la película como todo lo contrario: como una fábula demasiado condescendiente con el hombre que construyó una de las armas más potentes de la segun­da gran guerra. Lo cierto es que en ‘Kaze tachinu’, ob­nubilado por su particular historia de amor con una jo­ven tuberculosa, el protagonista es consciente en todo momento de que el avión que está diseñando servirá para segar vidas en un posible conflicto... y aún así, no se plantea dejar su trabajo en la prestigiosa compañía Mitsubishi. Es más, se embarca emocionado en un viaje a Alemania donde conoce a Hugo Junkers, el alma de la empresa que armó a la Luftwaffe nazi.

Una trayectoria intachable

En contra de estos argumentos juega la trayectoria profesional y vital de Hayao Miyazaki, cuyas películas han sido siem­pre relacionadas con el ecologismo y el pacifismo. Sus primeros años de traba­jo estuvieron dedicados a la televisión, y de esa etapa surgieron series muy conocidas en España -’Heidi’, ‘Marco’, ‘Ana de las tejas verdes’-, pero fueron los largometrajes los que lanzaron al animador a la fama mundial. El autor de ‘La princesa Mononoke’ o ‘El casti­llo ambulante’ ganó un Oscar en el año 2003 por ‘El viaje de Chihiro’, y en 2005 fue reconocido en la Mostra de Vene­cia con un León de Oro honorófico por toda su carrera. El mismo festival que ahora es testigo de cómo esa carrera se cierra.

Aquí te dejamos algunas de sus citas más célebres:

- ‘Me gusta la expresión “posibilidades perdidas”. Nacer significa estar obligado a elegir una época, un lugar y una vida. Existir aquí, ahora, significa perder la posibi­lidad de ser otras innumerables personalidades poten­ciales.’
-  ‘Acabaré esta película aunque lleve al estudio a la rui­na.’ (Fuente: documental sobre el rodaje de La Princesa Mo­nonoke).
- ‘No asistí al evento por una sencilla razón: Me parecía deshonesto visitar un país que actualmente está bom­bardeando Irak’. (Hayao Miyazaki acerca de su ausencia en la ceremonia de los Óscar en EEUU tras ganar la estatuilla al mejor largometraje de animación por El viaje de Chihiro).
- ‘La mayor parte de la cultura moderna es superficial y falsa, pende de un hilo, y no es algo que se haya de to­mar en broma. [...] Expreso mi interés hacia una época venidera apocalíptica en la que ‘verdes hierbas silves­tres’ tomarán el relevo. [...] El período Showa fue tris­te porque la naturaleza, las montañas y los ríos, todo ello estaba siendo destruido en nombre del progreso económico. Sin embargo no aprendemos nada de lo acontecido en el pasado. [...] No obstante los adultos (piensen lo que puedan pensar y crean en lo que crean) no deberían imponer su visión del mundo en los niños’. (Entrevista a Miyazaki en The New Yorker).
- ‘Soy crítico con el capitalismo, la globalización y sus impactos en la vida moderna. Sin embargo ya no creo en las cosas de cuando era joven, no creo ya en pensar en la vida y la sociedad como clasificables por ‘clases’, puesto que en realidad todos somos trabajadores, incluyéndome a mí’. (Hayao Miyazaki respecto a su pasado de ideas marxistas).
- ‘He creado una heroína (Chihiro) que es una chica co­rriente, alguien con quien el público puede simpatizar. No es una historia en la que los personajes crecen, sino una historia en la que pueden sacar lo que llevan dentro, debido a las circunstancias particulares. Quie­ro que mis jóvenes amigos vivan así y creo que ellos.

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